martes, 23 de septiembre de 2008
REPATRIACIONES POR DINERO
Los problemas surgidos en torno a la expulsión fallida de 101 gambianos desde Canarias no son sino la consecuencia de la política que ha enarbolado el Gobierno español en materia de inmigración en los últimos años. Cuando los cayucos comenzaron a llegar de dos en dos a Canarias, la primera medida de Zapatero fue abrir la cartera y regalar patrulleras y jeeps y donar dinero, mucho dinero, a los gobiernos de Mauritania y Senegal a cambio de que extremaran la vigilancia de sus costas y comenzaran a aceptar repatriaciones. Ya había ocurrido lo mismo con Marruecos y ahora Gambia pide su cuota. Que no digan ahora que les chantajean, porque fue España la que puso en marcha el soborno y el intercambio de estampitas en materia de inmigración. "Es el único lenguaje que entienden en África", dijeron entonces desde Exteriores. Nada importaba que, de paso, se truncara un derecho inalienable como es el de migrar y se sometiera a los africanos a la humillación y el sufrimiento de unas deportaciones que están generando un enorme malestar en estos países, una auténtica bomba de relojería social aún por evaluar. Si España se rascó los bolsillos antes, ahora que no ponga el grito en el cielo.
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1 comentario:
Muy buen post, debe llamarnos a la reflexión. Acabas de expresar lo que pienso. Gracias.
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