miércoles, 12 de noviembre de 2008

VEINTE AÑOS DESPUÉS


Fue en la playa andaluza de Los Lances. El otro día lo recordaba el periodista Luis de Vega en ABC. Una barca de madera de cinco metros de eslora aparecía varada en la orilla y, a pocos metros, el cuerpo sin vida de un joven boca arriba y con los brazos abiertos. La foto la publicó el Diario de Cádiz y la firmaba, al igual que la crónica, Ildefonso Sena. El 1 de noviembre de 1988, hace ahora 20 años, se abrió de forma oficial una siniestra estadística de muertes y desapariciones de inmigrantes intentando llegar a España que algunos cifran en 18.000 y que ayer mismo volvió a crecer con el fallecimiento de dos africanos en un hospital tinerfeño.

El otro día lo recordaba el propio periodista gaditano. “Una patrulla había localizado a cinco marroquíes mojados y sin papeles en la carretera. Apenas hicieron falta palabras o gestos para comprender lo ocurrido. La siguiente escena fue la del casco de una patera varada y junto a ella el cadáver de un joven con rasgos marroquíes”, decía Sena en un acto celebrado en la propia playa de Los Lances. En las horas siguientes el mar arrojó diez cadáveres más y siete personas fueron dadas por desaparecidas para siempre. En total, 18 muertos y 5 supervivientes.

Hace unos pocos días me lo contaba el periodista andaluz Juan José Téllez, autor del libro “Moros en la Costa”, ex director del periódico Europa Sur y uno de los profesionales que mejor conoce el fenómeno de la inmigración en España. Me decía que ya desde 1987 llegaban inmigrantes a las costas andaluzas y que algunos murieron, pero que las autoridades se empeñaron en ocultarlo, haciéndolos pasar por traficantes de hachís. “Un crimen está ocurriendo a nuestro lado y, sorprendentemente, nosotros sólo sentimos miedo de las víctimas”, reflexionaba.

Ese crimen al que se refiere el maestro Téllez sigue ocurriendo. Aquí y ahora. En las últimas 48 horas han fallecido cinco inmigrantes en Canarias que no tendrán funerales de Estado ni ayudas para sus familias. Pasaron 20 años y todo igual a este lado del mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La tragedia que no cesa...Africa se muere y nuestros oídos sordos no quieren escuchar. Quien pretenda poner fronteras y contención a los procesos migratorios se equivoca. No sólo es un derecho de las personas, es una ley natural.

Saludos
Ixe.

Anónimo dijo...

"Hace tiempo que nadie me nombra"... rezaba en una frase lapidaria de una exposición sobre personas migradas. Que duro es, que nadie sepa tu nombre, la muerte anónima, el silencia, la indiferencia, las letras huecas en una lápida de cemento muy lejos de tu casa. Ahora hemos aprendido lo más importante, mirar a los ojos y preguntar tu nombre...

Saludos pepe, nos vemos en el encuentro de erie´s de Fuerteventura.
Ixe.

 
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